Comprender los distintos tipos de acoso, incluido el acoso sexual a terceros, es esencial para combatir eficazmente este tipo de actos en el lugar de trabajo. Averigüe qué se entiende por acoso sexual a terceros y el impacto que puede tener en los empleados y las organizaciones. Como profesionales de RR.HH., es vital que sensibilicen y proporcionen medidas prácticas para crear un lugar de trabajo libre de todo tipo de acoso.
El acoso sexual de terceros se refiere a la situación en la que una parte externa, que no está afiliada a organización, adopta un comportamiento sexual no deseado, ofensivo o coercitivo hacia un empleado. Algunos casos de acoso sexual por parte de terceros son: un cliente que hace comentarios o acciones inapropiados hacia un vendedor, un proveedores que exige favores sexuales a un empleado a cambio de tratos comerciales, o un contratista que expone a un empleado a insinuaciones sexuales no solicitadas mientras trabaja en un proyecto.
La legislación laboral obliga a los empresarios a garantizar un entorno de trabajo libre de acoso sexual, tanto de fuentes internas como externas. En muchos lugares, los empleadores pueden enfrentarse a consecuencias legales por el comportamiento de terceros si no toman las medidas adecuadas para detener y resolver dicho acoso. Esto implica establecer políticas, impartir formación y examinar y tratar rápidamente las denuncias de acoso sexual por parte de terceros.
El acoso sexual por parte de terceros puede tener importantes efectos negativos en los empleados, como angustia emocional, ansiedad, disminución de la productividad y un entorno de trabajo hostil. También puede provocar la rotación de personal, ya que los empleados pueden sentirse inseguros o incómodos al seguir trabajando en un entorno en el que se tolera este tipo de acoso.
Para prevenir y abordar el acoso sexual de terceros, las organizaciones deben:
1. Aplicar políticas y procedimientos
Desarrollar políticas y procedimientos exhaustivos que definan y prohíban claramente el acoso sexual a terceros. Estas políticas deben describir los mecanismos de denuncia, los procedimientos de investigación y las consecuencias para los infractores.
2. Formación
Organice sesiones de formación periódicas para los empleados con el fin de informarles sobre lo que constituye el acoso sexual a terceros, cómo reconocerlo y cómo responder y denunciar los incidentes. Esta formación también debe incluir información sobre las políticas y procedimientos de organización.
3. Informes e investigación
Establecer un mecanismo de denuncia claro y confidencial para que los empleados denuncien incidentes de acoso sexual de terceros. Garantizar que todas las reportes se tomen en serio, se investiguen con prontitud y se tomen las medidas adecuadas para resolver la situación.
4. Colaboración con partes externas
Establecer relaciones con entidades externas pertinentes, como organismos encargados de hacer cumplir la ley o asesores jurídicos, para buscar orientación y apoyo en la tramitación de casos de acoso sexual de terceros cuando sea necesario.
En conclusión, el acoso sexual por parte de terceros se refiere a los casos en que las personas experimentan insinuaciones, comentarios o comportamientos sexuales no deseados por parte de alguien ajeno a su lugar de trabajo, como clientes o proveedores. Es esencial que las organizaciones dispongan de políticas para abordar y prevenir el acoso sexual a terceros, ya que puede tener graves consecuencias tanto para las víctimas como para la reputación de la empresa. Al crear un entorno de trabajo seguro e integrador, los empresarios pueden garantizar el bienestar y la productividad de sus empleados, fomentando al mismo tiempo una cultura de respeto e igualdad.