La movilidad ascendente es el grado en que la situación socioeconómica de una persona varía con el tiempo. Una economía fuerte es aquella con un alto índice de movilidad ascendente, y uno de los principales motores de este avance económico es la promoción laboral.
En el ámbito de la gestión de recursos humanos, el término "movilidad ascendente" se refiere a la oportunidad que se da a los empleados de avanzar dentro de organización y asumir tareas de mayor responsabilidad. Aumenta el potencial de los empleados dentro de una empresa y también afecta significativamente a su retención. La movilidad ascendente pretende ofrecer a los trabajadores, especialmente a los recursos infrautilizados y subdesarrollados, oportunidades de formación y perspectivas de crecimiento esenciales. Estos trabajadores no han podido alcanzar todo su potencial y, debido a su talento natural, necesitan más orientación e instrucción en el lugar de trabajo. El objetivo de organización es maximizar el conjunto de habilidades de los recursos humanos tras la formación, el perfeccionamiento y la contratación de directivos procedentes de la propia organización.
La falta de promoción profesional es la principal razón de la rotación de personal. A medida que las industrias se expanden, las organizaciones deben esforzarse más por contratar y retener a los empleados con talento. Las empresas pueden cumplir sus objetivos de retención ofreciendo oportunidades de mejora y desarrollo de las competencias, mayores oportunidades y movilidad ascendente.
Además, las empresas que incorporan la movilidad ascendente en la experiencia del empleado pueden desarrollar una plantilla más eficaz. Es más probable que el personal de estas empresas adopte estas medidas:
Las empresas que fomentan la movilidad ascendente suelen tener las siguientes características:
El departamento de RRHH de una empresa se encarga de mantener la motivación y el compromiso de los empleados y de ayudarles a ver un futuro de éxito en la empresa. La planificación de la sucesión, los programas de liderazgo y desarrollo, la formación, los programas de mejora de las cualificaciones, la contratación interna, los programas de tutoría y las rotaciones de personal serían las estrategias ideales en esta situación. Además, los empresarios proactivos suelen buscar trabajadores que diversifiquen su plantilla y garanticen perspectivas de progresión profesional.