Se denomina contrato temporal al acuerdo entre empresario y trabajador en el que se definen las responsabilidades y expectativas del trabajador durante su empleo temporal. Este tipo de acuerdo se utiliza con frecuencia para empleados que sustituyen a otro trabajador que está de baja por enfermedad o para trabajadores que sólo se necesitan temporalmente.
Las empresas recurren con frecuencia a trabajadores temporales para completar proyectos, sustituir a trabajadores fijos que están de vacaciones o de baja por maternidad, o cubrir puestos cuando no hay fondos suficientes para contratar a un trabajador a tiempo completo. Estos trabajadores también pueden denominarse temporeros o temporales. En determinadas circunstancias, los trabajadores temporales pueden ser contratados cuando la empresa necesita una experiencia superior a la de sus empleados actuales, por ejemplo para una auditoría financiera.
Normalmente, una empresa de dotación de personal organización, a la que paga la empresa contratante, contrata y paga a los trabajadores temporales. También puedes publicar tu propia oferta de empleo para un trabajador temporal, pero una empresa de dotación de personal es más eficaz y se ocupa de la contratación, las nóminas y los asuntos de recursos humanos en tu nombre.
Al contratar mano de obra temporal, es crucial cumplir todas las leyes y normativas fiscales aplicables. Algunos de tus gastos de empleo pueden ser deducibles de tu declaración de la renta si estás contratado temporalmente.
Contratar a trabajadores temporales permite a las empresas ahorrar dinero porque no tienen que pagar sus prestaciones sanitarias ni el tiempo libre remunerado.
Formar a cada empleado temporal le roba un tiempo importante. En comparación con los empleados a tiempo completo, no muestran el mismo nivel de lealtad a la organización.
Dado que ambas asignaciones suelen presentarse indistintamente, es fundamental identificar si un puesto es contractual o temporal. Esto suele depender de cómo te vaya con el empleador en cuestión.
Un acuerdo que establece las condiciones de empleo temporal de un trabajador se conoce como contrato temporal. El "contrato de duración determinada" o el "contrato de trabajo temporal" son otras denominaciones de este tipo de acuerdo.
La duración del contrato es la principal diferencia entre un contrato temporal y un contrato de trabajo regular. Un contrato de trabajo temporal suele durar menos que un contrato de trabajo regular. La duración de un contrato temporal puede variar, pero suele ser de un año o menos.
Son muchas las circunstancias que exigen la utilización de un contrato temporal. Por ejemplo, cuando se contrata para un nuevo puesto y se quiere dar una oportunidad al candidato antes de comprometerse a un contrato de trabajo a largo plazo, una empresa puede recurrir a un contrato temporal. O, si un empresario tiene que cubrir un puesto durante un breve periodo de tiempo que sólo es necesario para un proyecto concreto, puede recurrir a un contrato temporal.