Un incentivo financiero denominado prima de retención de empleados (ERB, por sus siglas en inglés) ofrece un pago superior al salario base del empleado en un esfuerzo por mantenerlo contento y conservarlo en plantilla durante más tiempo.
Los incentivos de retención suelen pagarse cuando una empresa atraviesa una transición, como una fusión o adquisición, o cuando se producen otros cambios que afectan a toda la organización.
Las primas de retención de empleados pretenden reducir la rotación total, minimizar las perturbaciones organizativas y disminuir el gasto de los esfuerzos de recontratación.
La prima de retención media viene determinada por una serie de variables, algunas de las cuales son:
La prima suele oscilar entre el 10 y el 25 por ciento del salario base del empleado si una empresa ofrece incentivos económicos para retener a una persona clave.
Hay varias formas de bonificaciones que se pueden dar a los empleados. Una gratificación anual, por ejemplo, compensa a los empleados a final de año por alcanzar o superar sus objetivos. Las gratificaciones por vacaciones se conceden a los empleados para estimular su compromiso y rendimiento.
Una prima de retención es un beneficio monetario. Anima a quedarse a un trabajador que está pensando en dejar la empresa.
Los empleados son elegidos para las primas de retención en función de sus conocimientos y experiencia en la materia. Se les considera los colaboradores más valiosos y competentes de la empresa.
Cuando un alto ejecutivo u otro empleado de alto nivel se plantea dejar la empresa organización, también pueden emplearse primas de retención. Un pago único podría persuadirles de que reconsideren su decisión y decidan quedarse en la empresa.
También pueden aplicarse cuando un trabajador corre el riesgo de ser contratado por una empresa competidora. Esta estrategia puede ser útil en sectores con una competencia intensa.
Dependiendo del tiempo que la persona lleve trabajando allí, el valor de la bonificación puede variar. Puede ser un pago único o un porcentaje del salario.
La situación financiera y el presupuesto actuales de la empresa también influirán en el importe de la prima de retención.
El valor de la bonificación se determina teniendo en cuenta estos elementos, así como las tarifas ofrecidas por otras empresas.
Las grandes empresas son las que más emplean primas de retención. Las que tienen más de 20.000 empleados son más propensas a concederlas.
Estas grandes empresas tienen los recursos para pagar importantes sumas de dinero en un esfuerzo por mantener a sus mejores empleados. Las empresas más pequeñas, incluidas las que tienen menos de 100 empleados, los contratan con muy poca frecuencia.
Esto se debe a que los incentivos son sustanciales y pueden estar fuera del alcance de las empresas más pequeñas, especialmente en épocas críticas para los negocios y en situaciones financieras potencialmente impredecibles.
No existe una norma estricta de elegibilidad para las primas de retención. Hay varios requisitos fundamentales que un empleado debe cumplir antes de poder optar a una prima de retención, y cada organización tiene sus propias políticas.
El empleado debe trabajar un mínimo de 30 horas semanales a jornada completa. Además, antes de obtener la cualificación, el empleado ha tenido que trabajar para la empresa durante un tiempo.
A la hora de determinar quién debe recibir una prima de retención, también deben tenerse en cuenta el puesto de trabajo, la experiencia y el nivel de cualificación cuenta.
Normalmente, los incentivos de retención se conceden a trabajadores veteranos que tienen habilidades, conocimientos o experiencia específicos que serían perjudiciales para la empresa si se marcharan. Los empresarios deben tener en cuenta a todos los trabajadores, especialmente a los que se centran en el progreso. Para los puestos disponibles en organización, los candidatos internos suelen obtener mejores resultados que los de fuera de la empresa.
ingresos Aunque las primas de retención son ingresos adicionales y no un salario base, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) las computa como ingresos. Por lo tanto, una prima de retención se considera un ingreso imponible.
Las primas de retención pueden ser beneficiosas de muchas maneras. Estas son algunas de las formas en que pueden ayudar a una empresa.
Las primas de retención no actúan simplemente como un incentivo para que los empleados se queden; cuando se utilizan eficazmente, también impulsan el compromiso, la productividad y el bienestar en el lugar de trabajo.
Una prima de retención podría concederse cuando una empresa dispone de los recursos necesarios para mantener al empleado. Si se tiene en cuenta el impacto inmediato en cuenta, pueden ayudar a una empresa a retener a empleados esenciales que pueden ayudarla en tiempos económicamente difíciles.
La empresa tendrá éxito cuando consiga que todos sus empleados se sientan socios y no meros empleados. Las primas de retención son una forma estupenda de conseguirlo.