Abordar el rendimiento o la mala conducta de los empleados puede ser complicado. Por eso es buena idea aplicar una política de disciplina progresiva para tratar sistemáticamente esos problemas. La disciplina progresiva es un marco que le permite abordar los problemas de comportamiento y ayuda a los empleados a comprender las consecuencias de sus acciones. Utilice ahora la plantilla para agilizar su proceso disciplinario y garantizar un trato justo a todos los empleados.
La disciplina progresiva es un proceso que implica una serie de medidas cada vez más severas adoptadas para abordar y corregir problemas de rendimiento o conducta. El objetivo de la disciplina progresiva es ofrecer a los empleados la oportunidad de mejorar su rendimiento o comportamiento, al tiempo que se les garantiza la responsabilidad por sus acciones.
Esta Política de Disciplina Progresiva tiene por objeto proporcionar un marco justo y coherente para abordar los problemas de rendimiento o conducta de los empleados de una manera que fomente la mejora, manteniendo al mismo tiempo la responsabilidad. La disciplina progresiva está diseñada para ayudar a los empleados a comprender las expectativas, identificar las áreas de mejora y permitir la adopción de medidas correctivas en caso necesario.
Esta política se aplica a todos los empleados de [Nombre de la empresa], incluidos los empleados a tiempo completo, a tiempo parcial y temporales. En ella se describen los pasos que se darán para abordar los problemas de rendimiento o conducta progresiva, al tiempo que se hace hincapié en la importancia de la comunicación abierta y el apoyo a los empleados durante todo el proceso.
1. Asesoramiento informal
Antes de adoptar medidas disciplinarias formales, los empleados recibirán asesoramiento informal para abordar el problema. Esto puede incluir comentarios sobre el rendimiento, clarificación de expectativas y discusiones sobre cómo mejorar.
2. Advertencia por escrito
Si los problemas de rendimiento o conducta persisten tras el asesoramiento informal, se enviará al empleado una advertencia por escrito. La advertencia por escrito describirá el problema específico, las expectativas de mejora y las consecuencias si no se aborda el problema.
3. Suspensión
Si los problemas de rendimiento o conducta persisten tras una advertencia por escrito, el empleado puede ser objeto de una suspensión sin sueldo. La duración de la suspensión se determinará en función de la gravedad del problema y de las medidas disciplinarias anteriores.
4. Terminación
Si los problemas de rendimiento o conducta persisten incluso después de la suspensión, puede ser necesario el despido. El despido se considerará el último recurso y sólo se aplicará después de haber seguido todos los demás pasos de la disciplina progresiva.
5. 5. Procedimiento de recurso
Los empleados que consideren que una medida disciplinaria adoptada contra ellos es injusta o improcedente pueden solicitar una apelación. Las apelaciones serán revisadas por [Departamento de RR.HH./Dirección] para garantizar que la medida disciplinaria adoptada ha sido adecuada y acorde con las políticas de la empresa.
6. Confidencialidad
Todas las discusiones y documentación relacionadas con la disciplina progresiva se mantendrán confidenciales en la medida de lo posible, garantizando al mismo tiempo que todas las partes relevantes estén informadas de la situación.
Esta Política de Disciplina Progresiva se aplicará y comunicará a todos los empleados en el momento de su contratación y se revisará periódicamente para garantizar que sigue siendo eficaz y acorde con los valores de la empresa. Se anima a los empleados a pedir consejo a [Departamento de RR.HH./Dirección] si tienen alguna pregunta o duda sobre la política o su aplicación.
[Nombre de la empresa] se compromete a proporcionar un entorno de trabajo justo y propicio para todos los empleados, y esta Política de Disciplina Progresiva sirve de guía para abordar los problemas de rendimiento o conducta de forma profesional y constructiva.
En conclusión, la aplicación de una política disciplinaria progresiva es esencial para mantener un enfoque justo y coherente en la gestión de la mala conducta y los problemas de rendimiento de los empleados. Siguiendo los pasos descritos en la plantilla, puede asegurarse de que las medidas disciplinarias se toman a tiempo y de forma adecuada, fomentando en última instancia un entorno de trabajo positivo para todos los empleados. La política no sólo ayuda a corregir el comportamiento, sino que también sirve como herramienta para el desarrollo de los empleados, lo que en última instancia conduce a la mejora del rendimiento y la satisfacción de los empleados dentro de la organización.