Bajo el paraguas de la gestión del rendimiento, la mejora del rendimiento es una estrategia utilizada para apoyar el progreso y el crecimiento de los empleados.
El rendimiento puede mejorarse a varios niveles, como el individual, el de equipo, el de división o unidad y el de organización.
El objetivo de la mejora del rendimiento es permitir que los miembros del personal desarrollen todo su potencial y contribuyan a los logros de la empresa.
La mejora del rendimiento puede adoptar muchas formas diferentes, desde un procedimiento formal y rígido que se lleva a cabo a intervalos regulares hasta un sistema continuo, basado en software y en tiempo real, que busca siempre métodos para aumentar la producción y la eficiencia.
Para ayudar a los empleados con bajo rendimiento a cumplir las normas y expectativas de organización, tanto en términos de productividad como de comportamiento, los directivos suelen adoptar programas de mejora del rendimiento. Es lo que se denomina mejora del rendimiento operativo o individual.
También se puede mejorar el rendimiento a nivel de equipo, departamento y organización. Esto se denomina mejorar el rendimiento organizativo. Los directivos pueden utilizar la retroalimentación, el seguimiento del tiempo y el control de calidad para supervisar el rendimiento de los empleados.
Mejorar el flujo de trabajo y alcanzar los objetivos corporativos requiere una gestión eficaz de los problemas de rendimiento. Mediante el proceso de mejora del rendimiento, se detectan las deficiencias de rendimiento y se planifican estratégicamente las soluciones para corregirlas. Descubrir soluciones prácticas es un método rápido y sencillo de gestionar el rendimiento.
A continuación se enumeran los beneficios que aportan las iniciativas de mejora del rendimiento cuando se hacen correctamente:
Para promover la mejora del rendimiento, un directivo debe primero caracterizar claramente el problema de rendimiento y determinar si existe algún problema subyacente, ya sea en el trabajo o en casa.
Hay muchas cosas que pueden contribuir a un mal rendimiento, y la mayoría de los problemas pueden resolverse de forma constructiva.
Los problemas de rendimiento suelen deberse a:
Se denomina plan de mejora del rendimiento a un documento formal que explica los procedimientos destinados a mejorar el rendimiento de un trabajador. En este documento se señalan las áreas en las que el trabajador tiene que superarse para conservar su puesto de trabajo en organización.
A continuación, el PIP enumera las tareas cuantificables que el empleado debe ejecutar con éxito. El PIP incluye un plazo especificado para finalizar las tareas y el objetivo deseado para evaluar el resultado de este esfuerzo. Las repercusiones también se indican claramente en el plan de mejora del rendimiento.
Si las tareas del PIP se completan con éxito, el empleado puede reincorporarse a su equipo y empezar a trabajar con normalidad. Sin embargo, no hacerlo dará lugar a sanciones adicionales, incluida la suspensión o incluso el despido de la empresa.
Los responsables de RRHH utilizan los PIP para apoyar a los directivos y a su personal. También les permiten determinar si un PIP es adecuado y ofrecer apoyo en la fase de aplicación del plan.
Para ser cuantificable, un plan de mejora del rendimiento debe tener un calendario claro. La duración de la evaluación del PIP suele oscilar entre 30, 60 y 90 días, con intervalos de control intermedios. El supervisor y un representante de RR.HH. se reunirán con el empleado durante estos intervalos para ponerle al día de los progresos realizados.
Cuando un empleado se comporta de forma inadecuada o rinde mal con frecuencia, debe ponerse en marcha un PIP. Un PIP puede ser necesario, por ejemplo, si un empleado llega repetidamente tarde al trabajo, no cumple los plazos o se comporta de forma inadecuada. Descubrir dónde un empleado no cumple las expectativas puede ser sencillo, pero encontrar la razón subyacente del problema puede resultar complicado. Los problemas de rendimiento, por ejemplo, pueden deberse a problemas en la vida personal de una persona, a disputas en el trabajo o incluso al estilo de dirección.
Aunque los PIP se centran en el rendimiento laboral del empleado, presentan varias ventajas tanto para la persona como para la empresa. Las organizaciones han observado las siguientes ventajas como resultado del uso de los PIP:
Los PIP sirven esencialmente para ayudar a detectar un problema concreto y colaborar en beneficio del futuro de un empleado y de la empresa. Un PIP exitoso casi siempre conduce a una mayor satisfacción laboral por parte del empleado. Es crucial comunicar a los empleados que la dirección ve un enorme potencial en ellos y que la empresa quiere que prosperen en el lugar de trabajo, razón por la cual se recurre a un PIP en lugar de despedirlos.
Aunque tanto la IC como la IP utilizan un punto de vista sistémico, existe una diferencia importante entre ambas, ya que la IP hace más hincapié en el rendimiento humano, mientras que la IC se centra en los procesos. Los datos, según ambos, son esenciales.
El IP es un procedimiento metódico que tiene en cuenta cuenta el contexto institucional, detecta las diferencias entre el rendimiento real y el previsto, determina las razones de las diferencias, selecciona una o varias soluciones para colmar las diferencias y evalúa el cambio en el rendimiento.
En la mejora de la calidad, los fallos del sistema se identifican y abordan mediante técnicas y conceptos de gestión de la calidad, con el fin de salvar la distancia entre los niveles de calidad existentes y los previstos.
La mejora del rendimiento emplea una técnica sistemática conocida como análisis del rendimiento para identificar los problemas dentro de una organización que causan un rendimiento deficiente. Cuando no se cumplen las normas mínimas para el éxito, surgen problemas de rendimiento. Una vez detectados, pueden decidirse las medidas necesarias para resolverlos. Puede ser tan fácil como asegurarse de que las expectativas se comunican adecuadamente o tan complicado como reestructurar una empresa para asegurarse de que los procedimientos están correctamente alineados.
Aunque mejorar el rendimiento de los empleados siempre ha sido importante para que las empresas tengan éxito en el mundo corporativo, muchas empresas ignoran los beneficios que pueden derivarse de dar a los empleados la formación adecuada.