El job hopping hace referencia a la práctica de cambiar con frecuencia de vacantes, a menudo en un breve periodo de tiempo.
Es un fenómeno cada vez más común en el mercado laboral actual, ya que cada vez más personas buscan nuevas experiencias y oportunidades para avanzar en sus carreras.
El cambio de empleo puede estar motivado por diversos factores, como el deseo de un salario más alto, mejores condiciones de trabajo o una carrera más satisfactoria.
Ejemplos de cambio de empleo son una persona que ha tenido tres vacantes diferentes en el último año, una persona que ha trabajado en cinco sectores diferentes en los últimos diez años o alguien que ha tenido seis puestos diferentes en la misma empresa en los últimos tres años.
Aunque saltar de un empleo a otro puede aportar a una persona experiencia y aptitudes valiosas, también puede considerarse una señal de alarma para los posibles empleadores, que pueden considerar al candidato desleal o poco comprometido.
Los responsables de la contratación pueden identificar los cambios de empleo en el perfil de un candidato buscando determinados patrones y señales de alarma.
Algunos de los indicadores clave del job hopping incluyen:
Es importante tener en cuenta que no todos los cambios de trabajo frecuentes son necesariamente indicativos de rotación laboral. Por ejemplo, si un candidato ha cambiado de vacantes debido a cierres de empresas, reestructuraciones o despidos, estos factores deben tenerse en cuenta.
Además, los candidatos que han cambiado de vacantes para desarrollar su carrera o adquirir nuevas experiencias pueden considerarse motivados y ambiciosos.
Para los responsables de la contratación, es importante mirar más allá de las cifras y tener en cuenta la trayectoria profesional general del individuo y sus motivaciones para cambiar vacantes.