Exploremos en este glosario qué significa insubordinación, por qué se produce y cuáles pueden ser sus consecuencias. Si comprenden mejor la insubordinación, los responsables de RR.HH. podrán gestionar las cuestiones disciplinarias con mayor eficacia, fomentar un entorno de trabajo positivo y mantener el orden en sus organización.
La insubordinación es cuando un empleado desobedece o ignora deliberadamente una orden directa de alguien superior en la empresa. Es como desafiar la autoridad del jefe, lo que puede desordenar el funcionamiento del trabajo.
Ejemplos de insubordinación pueden ser negarse a hacer lo que te piden, ir abiertamente contra las normas, faltar al respeto a tu jefe o a tus compañeros o hacer cosas que interrumpan el trabajo. También puede consistir en llegar siempre tarde, faltar al trabajo sin una buena razón o no hacer las tareas a tiempo.
La insubordinación puede estropear mucho las cosas en el trabajo. Puede hacer que el lugar de trabajo resulte tóxico, bajar la moral y dificultar la consecución de los objetivos. También puede dificultar la comunicación y la confianza mutua. Si no se aborda, otros empleados podrían empezar a actuar de la misma manera.
Como responsable de RRHH, es importante tratar la insubordinación de forma justa y rápida. Esto puede significar investigar lo sucedido, hablar con todos los implicados y decidir el castigo adecuado. Puede ser una advertencia, un aviso por escrito o incluso el despido si la situación es realmente grave. Es importante ser coherente en la forma de gestionar estas situaciones para que todo el mundo se sienta cómodo.
Para evitar que se produzcan casos de insubordinación, RR.HH. debe centrarse en crear un lugar de trabajo en el que la gente se sienta bien expresando su opinión y respetando las normas. Tener normas y consecuencias claras ayuda a que todo el mundo sepa lo que se espera de él. La formación periódica puede recordar a la gente cómo comportarse en el trabajo y por qué es importante respetar a la autoridad.
En conclusión, la insubordinación se produce cuando los empleados no acatan las órdenes o faltan al respeto a sus jefes. Puede estropear el trabajo en equipo, la moral y el rendimiento de una empresa. Al entender y tratar la insubordinación adecuadamente, RRHH puede asegurarse de que todo el mundo sabe cómo actuar, y mantener el lugar de trabajo respetuoso y profesional.