La reunión entre un trabajador y un empresario, normalmente un profesional de RRHH, se denomina entrevista de salida. Es una oportunidad para hablar de la felicidad en el trabajo o para dar consejos sobre estrategia y dirección. En las entrevistas de salida, las empresas suelen preguntar a los empleados qué opinan de su vacantes, la gestión de la organización y otros temas.
El objetivo de una entrevista de salida es evaluar toda la experiencia del empleado en su empresa y encontrar formas de aumentar el compromiso y la retención.
Estas entrevistas, cuando se realizan de forma coherente y uniforme, pueden contribuir al desarrollo de una cultura de apoyo en el lugar de trabajo. Por lo tanto, una de las ventajas de las entrevistas de salida es que brindan a los empleados la oportunidad de ofrecer críticas útiles y marcharse con una nota favorable.
Además, descubrirá el motivo de la marcha de un empleado: ¡puede que no sea el que espera! Por eso, suele recibir muchos comentarios sinceros. La explicación es que los trabajadores que se van suelen ser más accesibles que los que siguen trabajando.
Cuando llegue el momento de realizar la entrevista, debes seguir estos procedimientos para asegurarte de que la conversación sea fructífera, cordial e imparcial.
Una empresa debe realizar una entrevista de salida a cada empleado que se marcha. Algunos expertos sugieren que se limiten a hacerlas con los empleados de mayor rendimiento -los que realmente quieren conservar- y dejen de preocuparse por los "problemas".
Debe informar al empleado con antelación del objetivo de la entrevista, así como de la fecha, hora y lugar de su entrevista de salida. Explíquele que el objetivo es que comparta sus opiniones sobre su jefe, departamento o empresa en su conjunto para que usted pueda conocer mejor el tiempo que ha pasado allí. Deben ser conscientes de que no es el momento ni el lugar para rumores sobre el lugar de trabajo ni para menospreciar a determinados miembros del equipo.
El secreto para realizar una entrevista de salida con éxito es crear un entorno en el que el empleado que se marcha se sienta cómodo haciendo críticas sinceras. Los empleados que se sienten cómodos hablando abiertamente de sus ideas, se animan a criticar procedimientos y enfoques y nunca son penalizados por hacerlo, trabajan en un entorno que genera buenos comentarios en la entrevista de salida.
Asegúrese de que la pregunta más importante que debe hacer al empleado se incluye en todas las entrevistas de salida. Necesitas saber por qué el empleado empezó a buscar un nuevo puesto.
Toma notas cuidadosamente mientras el empleado habla de sus experiencias contigo y responde a tus preguntas. No debes sentirte obligado a responder a todo lo que te digan; en lugar de eso, presta más atención de lo que hablas y toma tantas notas como puedas.
El objetivo es recopilar toda la información posible sobre el tiempo que el empleado ha pasado en la empresa y presentar un informe lo más detallado posible.
Sea lo que sea lo que se haya expresado en la entrevista de salida, es absolutamente necesario ponerlo en práctica. ¿Cuál era el objetivo, si no?
Las ideas que el empleado haga durante la entrevista pueden ofrecer información crucial sobre fallos estructurales de su departamento o sugerir estrategias para mejorar la cultura del lugar de trabajo.
Compártalas con su jefe y con el director del departamento si las sugerencias se adaptan a cómo mejorar su departamento, sobre todo si le dicen que no son los únicos que piensan así.
Permitir que el empleado se reúna con un directivo y le plantee una serie de preguntas sobre su experiencia es esencial para la eficacia de las entrevistas de salida.
Presentarles su empresa es muy sencillo; sólo tiene que hacerlo:
El último día de trabajo debe realizarse una entrevista de salida, planificada con una semana de antelación.
Al concertar la cita, puede incluirse una encuesta o un conjunto de preguntas para la entrevista. Esto ofrece al trabajador la oportunidad de recopilar sus pensamientos, formular sus puntos de vista y sentirse más cómodo al hablar. Además, ofrece al entrevistador un anticipo de los comentarios del empleado, lo que permite una sesión mejor estructurada y más fructífera.
Lamentablemente, las entrevistas suelen revelar información que, de haberse conocido antes, podría haberse abordado y resuelto mucho antes de que el empleado tomara la decisión de marcharse. La comunicación abierta y frecuente entre RRHH y el empleado es esencial para la retención a lo largo de toda la relación laboral.
Realizar entrevistas de salida fructíferas es esencial si las empresas quieren averiguar por qué la gente se va y mejorar la experiencia de los empleados en el futuro.
El secreto para transformar una empresa desde dentro es hacer entrevistas de salida. Las empresas pueden mantener el personal que ya tienen comprendiendo qué es lo que hace que determinados empleados se marchen. Como consecuencia, los empresarios mejorarán su cultura empresarial, reducirán el desgaste y aumentarán la productividad, creando un lugar de trabajo que mejora con el tiempo.