La política de "traiga su propio dispositivo" (BYOD, por sus siglas en inglés) establece cuándo y cómo los empleados pueden utilizar sus dispositivos electrónicos personales, como teléfonos móviles y ordenadores portátiles, con fines profesionales.
¿Qué dispositivos personales pueden utilizarse para el trabajo y cuándo es objeto de una política BYOD adecuada? Cuándo no se pueden utilizar los dispositivos personales para fines laborales es otra cosa que puede definir una política BYOD. Una política BYOD puede especificar que los dispositivos personales no se pueden utilizar para fines laborales en absoluto dentro de su organización.
Es probable que todos los empleados de su empresa tengan un portátil y un smartphone personales. Los empleados pueden optar por utilizar sus dispositivos personales para tareas como consultar el correo electrónico o hacer llamadas, aunque su organización proporcione teléfonos y portátiles de trabajo. Otra posibilidad es que accedan involuntariamente a información relacionada con el trabajo en sus dispositivos personales.
Los empleados deben saber si su organización prohíbe utilizar dispositivos personales para tareas relacionadas con el trabajo. Deben simplificarse las directrices para que el personal las cumpla y los supervisores las hagan cumplir.
El uso de dispositivos personales por parte de los empleados en el trabajo tiene una serie de ventajas potenciales.
Dinero ahorrado
Su empresa no está obligada a proporcionar smartphones, ordenadores u otros equipos relacionados con el trabajo a cada empleado si ya tienen sus propias versiones personales. Esto puede reducir significativamente el precio de equipar a tu personal para el trabajo.
Además, de vez en cuando se puede animar a los trabajadores a que actualicen sus propios aparatos electrónicos. Los aparatos más nuevos ofrecen una funcionalidad actualizada y, en muchos casos, más seguridad, lo que es ventajoso para su empresa. Incluso si tu empresa da crédito a los empleados por las actualizaciones tecnológicas, hacerlo sigue siendo mucho menos costoso que comprar nuevos smartphones o PC para todos los empleados a la vez.
Productividad
Es probable que los empleados compren los equipos que les gusta utilizar. Pueden utilizar los sistemas que mejor les funcionen, gracias a una política BYOD.
Los empleados son libres de utilizar sus gadgets preferidos, por ejemplo, si uno prefiere los smartphones Android mientras que el otro prefiere los iPhones. Ambos empleados pueden ser más productivos porque ya están familiarizados con estas tecnologías y se sienten más cómodos utilizándolas.
Conveniencia
Los empleados sólo tendrán que llevar un teléfono cuando se les permita utilizar sus smartphones personales para trabajar. Tampoco tendrán que elegir entre llevarse el ordenador del trabajo a casa por la noche o dejarlo en la oficina si utilizan un portátil personal para trabajar. Esto puede ser crucial para los trabajadores híbridos que requieren flexibilidad a la hora de utilizar gadgets en el trabajo o en casa.
Dado que la alternativa es enviar dispositivos propiedad de la empresa de un lado a otro a los empleados, permitir que los empleados utilicen sus propios dispositivos mientras están en el trabajo también resulta práctico para los trabajadores remotos.
Reputación
Los empleadores con una política BYOD pueden ser vistos favorablemente tanto por los empleados actuales como por los potenciales. Esto es especialmente cierto en el lugar de trabajo moderno, donde muchas personas trabajan a distancia o de forma híbrida. Al permitir que los empleados utilicen sus propios dispositivos, algo que muchos hacen, los empleadores pueden elevar la moral entre los miembros del personal.
Es posible que las empresas no deseen permitir que los empleados utilicen sus propios dispositivos para trabajar por algunas razones muy importantes.
La asistencia informática es más difícil.
Puede resultar difícil ofrecer asistencia informática para todos los smartphones y portátiles que tiene cada empleado. Un software puede funcionar con algunos dispositivos, pero no con otros. Es posible que algunos empleados estén más pendientes de actualizar sus aparatos que otros. Además, algunos empleados pueden oponerse a que el departamento de TI actualice su dispositivo o instale un determinado software.
Es considerablemente más sencillo para su equipo de TI ofrecer actualizaciones cruciales, software y soporte cuando todos los empleados utilizan los mismos dispositivos propiedad de la empresa.
Peligros para la seguridad
Existen graves riesgos de seguridad cuando se permite a los empleados acceder a redes y datos importantes para su vacantes utilizando sus propios dispositivos. Los dispositivos que no están actualizados pueden ser susceptibles de sufrir ataques que se propaguen a la red de su empresa. No hay garantía de que sólo el empleado y su equipo de TI tengan acceso a un dispositivo, aunque su personal de TI lo considere seguro. Fuera del horario laboral, los empleados podrían prestar sus dispositivos personales a amigos o familiares.
Gestionar el control de los datos de la empresa después de que un empleado abandone la compañía puede ser todo un reto. Antes de que un empleado se marche, el personal de TI puede optar por limpiar a fondo el disco duro del dispositivo para asegurarse de que no queda en él ninguna información privada de la empresa. Sin embargo, pocos trabajadores se conformarán con que se borren sus dispositivos personales, que pueden incluir datos confidenciales e imágenes íntimas.
Violación de la intimidad
El uso de gadgets personales por los empleados para el trabajo también plantea problemas de privacidad. Supongamos que, durante una presentación para una empresa, un empleado necesita compartir su pantalla. Si lo hace, puede revelar inadvertidamente datos privados no relacionados con el trabajo que estén en su ordenador.
Es posible que los empleados tengan que facilitar sus números de teléfono a compañeros de trabajo y clientes si utilizan sus propios dispositivos.
Algunos trabajadores podrían preocuparse por su intimidad, y también podría hacer más permeable la línea que separa el trabajo de la vida personal.
Una política BYOD establece si los empleados pueden utilizar sus propios equipos, como ordenadores y teléfonos inteligentes, para actividades relacionadas con el trabajo, y cómo pueden hacerlo. Aunque permitir que los empleados utilicen sus propios dispositivos puede reducir costes y aumentar la productividad, también crea problemas de privacidad y seguridad. Incluso si su empresa prohíbe que los empleados utilicen sus propios dispositivos para trabajar, debe establecer una política BYOD detallada.