Todos los reclutadores y candidatos experimentan de un modo u otro el arma de doble filo de los plazos. Para los candidatos, la cuestión es presentar su candidatura en el momento oportuno, mientras que la lucha del reclutador se manifiesta en la forma de adquirir el talento adecuado en el momento oportuno. Los reclutadores que operan a escala mundial, ya sea para una empresa multinacional o una agencia de contratación, tienen que cargar con la responsabilidad de la adquisición de personal en un plazo determinado. Sin embargo, la tarea de cubrir puestos con el tipo de talento adecuado puede ser difícil de llevar a cabo con el tic-tac del reloj de fondo.
La dirección siempre presiona para que se contrate a los candidatos adecuados lo antes posible. Además, la demanda de colocación de talentos altamente cualificados siempre va en aumento.
Desde la perspectiva de la dirección, el mantra sería que cuanto antes se finalice la contratación para un puesto, mejor. Pero los candidatos no piensan así. La mayoría se guían por los plazos y acaban inscribiéndose unos días antes de que se publiquen las vacantes.
Si examinamos los datos de seis meses de contratación, veremos que las solicitudes para eventos de contratación, cursos empresariales y actividades profesionales registran un aumento de participación en las dos últimas semanas antes de que finalice el plazo. En la última semana, aproximadamente el 40% de los candidatos se presentan como candidatos, y al menos el 60% de todos los candidatos se presentan en los tres últimos días.
Cambiar el statu quo
Un reclutador no puede hacer mucho más que fijar una fecha límite y hacer un seguimiento de los candidatos para asegurarse de que sus solicitudes se reciben en el plazo adecuado. En realidad no hay una solución directa para este problema, pero hay algunas formas de mitigarlo definiendo cuidadosamente los hitos internos y optimizando la comunicación. En Manatal siempre advertimos a nuestros clientes de que el mayor número de candidatos suele presentarse en días posteriores y que es un hecho normal que debe esperarse y planificarse. En realidad, anticiparse al comportamiento de los candidatos es mucho más sencillo de lo que se espera en un principio. Si la inminencia de los plazos es una de las principales motivaciones que disparan el número de solicitudes, los responsables de la selección de personal pueden utilizar este aspecto en su beneficio. Para minimizar las solicitudes de última hora y los envíos tardíos de candidatos, los reclutadores pueden fijar la fecha límite pública de sus solicitudes de empleo publicadas una semana o unos días antes de la fecha límite real. El tiempo extra que se consigue con esta técnica da a los reclutadores un respiro a la hora de encontrar talento cualificado y apaciguar a la dirección con respecto al ritmo de contratación.
Otra forma en que los reclutadores pueden incentivar a los candidatos para que se presenten antes y a un ritmo más competitivo sería haciendo hincapié en lo limitadas que son las vacantes. Por ejemplo, frases como "Todavía quedan (X) plazas disponibles" empujan a los candidatos a presentar sus candidaturas antes de tiempo, por miedo a perder una gran oportunidad.
Estrés y relaciones de contratación
Los reclutadores dependen en gran medida de su capacidad para forjar y mantener conexiones y relaciones con candidatos potenciales y talentos valiosos. Sin embargo, el sector de la selección de personal es muy competitivo y estresante. Si no se trata de competir con otra empresa o firma, entonces se trata del talento particular que abandona inesperadamente, un candidato que pierde la entrevista, etcétera. Todos estos obstáculos potenciales en el camino de un reclutador pueden causar un estrés innecesario que afecta al proceso de reclutamiento que están tratando de mantener. La capacidad de un reclutador para conectar con los candidatos al nivel adecuado puede verse afectada por el estrés, lo que repercute negativamente en su juicio e inteligencia emocional, dando lugar a decisiones de contratación deficientes y haciendo casi imposible una conexión genuina con el candidato.
Papel del empresario
Por supuesto, se trata de pequeños métodos que pueden aplicarse en el proceso para influir en el comportamiento del candidato. Puede que estos consejos no parezcan gran cosa, pero el efecto es un respiro instantáneo para los reclutadores, tanto en el frente laboral como a la hora de gestionar su propia gestión. También da el tiempo suficiente para examinar y evaluar a los candidatos a medida que se presentan.
Pero el estrés sigue siendo una amenaza importante para los reclutadores, especialmente en el entorno de las agencias de contratación, donde los clientes son numerosos y las colocaciones se exigen con cierta frecuencia. Por lo general, las empresas de selección de personal no prestan tanta atención a la salud mental de sus empleados, ya que se considera "otra parte del trabajo". Sin embargo, las empresas de hoy en día son menos propensas a estigmatizar los problemas de salud mental que las de hace una o dos décadas. Con las prácticas adecuadas aplicadas en las etapas apropiadas, los reclutadores pueden desempeñar sus funciones con menos estrés para obtener mejores resultados.
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