Siempre hay momentos en los que uno sale de la oficina con la sensación de haber realizado una excelente jornada de trabajo. El aumento de la productividad suele sorprender a la gente, ya que al principio es difícil determinar la causa. Pero, en realidad, depende de muchos elementos, algunos de los cuales son internos, otros externos y unos pocos son pequeñas prácticas que se desvanecen en la rutina diaria.
Dada la naturaleza repetitiva del trabajo de un reclutador, los momentos de mayor productividad son muy útiles, y aprender a generar y mantener ese tipo de impulso puede transformar la forma de enfocar el reclutamiento.
1- El espacio de trabajo
Es lógico atribuir el aumento de la productividad a la capacidad de centrarse en el propio trabajo sin permitir que las distracciones rompan la concentración. Las distracciones visuales pueden marcar la diferencia entre un buen día de trabajo y una decepción del responsable de contratación. Por ello, asegúrese de que su espacio de trabajo y su entorno inmediato están libres de cualquier distracción que pueda apartarle de la tarea que tiene entre manos. Esto no significa necesariamente retirar la foto enmarcada de tu mascota de tu escritorio o descartar todas las pequeñas cosas que te alegran y hacen tuyo el espacio, pero eliminar el desorden de tu espacio físico se traduce en un estado mental más organizado y encaminado. Es un excelente primer paso hacia una mayor productividad.
Esto se aplica tanto a tu escritorio organización como a tus archivos, carpetas y datos digitales. Asegúrate de que todos tus recursos sean fáciles de encontrar, que las herramientas y la información a las que accedes a diario estén bien organizadas y siempre al alcance de la mano. Crea listas de tareas para el día, la semana y el mes. Fija tus propios hitos y cúmplelos. Actos tan pequeños como silenciar el teléfono y notificaciones pueden cambiar la actitud y el impulso de un día productivo.
2- Programación de actividades
La jornada laboral de un reclutador no suele ser turbulenta. Lo es aún menos cuando se aprovechan las aplicaciones de calendario para organizar mejor los objetivos que es absolutamente necesario alcanzar. Por otra parte, contacto con los candidatos y los directores de contratación requiere algún tipo de programación. Acomodar los eventos a medida que aparecen y salirse del libro deja a los reclutadores con demasiados datos sin rastrear y actividades desordenadas, lo que hace difícil mantenerse al día.
Por ejemplo, Google Calendar es una de esas herramientas infravaloradas que los reclutadores deberían aprovechar al máximo. Facilita enormemente la personalización de eventos con detalles importantes, lo que a su vez mantiene un proceso diario organizado y bien definido. Detalles como la ubicación, invitados, los comentarios y el resultado forman parte de los datos que pueden utilizarse posteriormente para realizar un seguimiento del rendimiento o como referencia para un proyecto específico. De hecho, mientras desarrollaba Manatal de Manatal, nos aseguramos de que las herramientas más importantes del arsenal de un reclutador estuvieran disponibles directamente en la plataforma. Herramientas como Google Calendar, bolsas de trabajo, y una variedad de otras pueden ser integradas con nuestro ATS, permitiendo un fácil acceso y una interfaz organizada. Una práctica muy útil es programar cada parte del día y permitir que esa programación dicte lo que haces y cuándo lo haces, esto incluye tu pausa para comer, tus bloques de investigación, etc.... Lo que se consigue con esto es un sentido de la dirección, el que tú mismo te has marcado para aprovechar el día al máximo.
3- Priorizar correctamente las tareas
Es clave para el éxito de un reclutador ser capaz de discernir qué tiene prioridad a lo largo del día. En condiciones óptimas, los reclutadores podrían tocar todos los proyectos, contribuir al desarrollo de cada uno de ellos en una capacidad diferente. Pero las tareas urgentes que requieren tiempo, las operaciones difíciles y engorrosas y los proyectos que requieren más tiempo siempre deben ser lo primero.
La relación entre reclutadores y plazos es infame, conocida por el estrés que genera y la incomodidad que causa a ambos extremos de la conversación. Quitarse de en medio las tareas más difíciles al principio del día (o de la semana) le permite asimilar mejor su estado, su ritmo de desarrollo y las distintas métricas de contratación de las que hace un seguimiento. Dedique los primeros 40 minutos del día a fijar objetivos diarios plausibles de alcanzar. La importancia y el tiempo necesario para cada tarea deberían influir en la prioridad. Empiece primero por las tareas importantes y quítelas de en medio para tener una jornada laboral relativamente relajada.
4- Invertir en un ATS
Tu escritorio está organizado, tus archivos son fácilmente accesibles y has eliminado las distracciones. Aunque esta es la base para un buen día de trabajo, la realidad del asunto es que la contratación como función acaba sobrecargando tu tiempo y esfuerzo para realizar una tarea que se complica a medida que pasa el tiempo.
A medida que la empresa crece y su necesidad de talentos específicos crece a la par, los responsables de contratación se enfrentan a un ámbito totalmente nuevo con el que no están familiarizados. A veces, la contratación requiere funciones complejas e intrincadas. Invertir en un ATS puede aliviar la carga de un reclutador. Por ejemplo, el software de contratación de Manatal ofrece a usuarios una serie de funciones relacionadas con la búsqueda de candidatos, la incorporación, la gestión del tiempo, la gestión de datos, la colaboración en equipo y el análisis automatizado de currículum . Esto en sí mismo erradica la mayoría de las tareas que ocupan la mayor parte del tiempo de un reclutador y le ayuda a mantener el rumbo mientras recluta, haciendo de las difíciles y complicadas campañas de contratación un esfuerzo más sencillo que, en última instancia, localiza el talento más difícil de localizar o definir. Gestionar tu tiempo como reclutador va más allá de saber y programar exactamente lo que pretendes conseguir en cada día, también se trata de determinar las herramientas que pueden simplificar y automatizar las tareas más agotadoras de una campaña de reclutamiento, permitiendo a los reclutadores centrarse en los aspectos en los que aportan más valor. Mientras que el ATS se ocupa del aspecto técnico, los reclutadores pueden centrarse en cambio en el frente humano, evaluando la personalidad de los candidatos, la comunicación y todos los factores que el software no puede discernir.
Invertir en un ATS completo con funciones específicas que se adapten a sus necesidades puede catapultar los logros diarios de un reclutador a un ritmo más cómodo y rápido.
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